La zona Sur de Mendoza es una excelente opción para visitar y conocer. El acceso es fácil ya que todos sus caminos están asfaltados en gran parte, exceptuando el trayecto entre Valle Grande y El Nihuil (por el Cañón del Atuel), y son seguros si se toman las precauciones necesarias para el manejo en terrenos de montaña. Además hay estaciones de servicio para aprovisionamiento de combustible en la Ciudad de San Rafael y a la salida de El Nihuil. Es un circuito turístico de ciento sesenta y cinco kilómetros que demanda todo el día y es operable todo el año.
Su recorrido comienza desde la Ciudad de San Rafael, por Ruta Nacional 143, Avenida Ballofet, a seis kilómetros de la ciudad pasando por dos puentes de hierro, se toma la curva a la izquierda, y se ingresa en la primera calle a la derecha (Cubillos – Ruta Provincial 173), quien nos conduce hacia la zona de Valle Grande, puerta de entrada al majestuoso Cañón del Atuel.
Aguas arriba de este centro de servicios, está el embalse Valle Grande, uno de los más importantes de la provincia, cuya singular belleza se realza con paredones de doscientos cincuenta metros desde el borde hasta el espejo de agua, sitio en el cual el Cañón es más ancho y más profundo.
El paredón de la presa Dique Valle Grande se encuentra a 42 km de la Villa El Nihuil. Su objetivo es compensar los caudales de descarga de las centrales que integran el sistema. Su superficie es de 508 Ha. Es un cierre de estructura aligerada, tipo Noetzli-Alcorta, de hormigón, tiene una longitud de 300 m y una altura máxima de 115 m.
La temperatura media anual varía entre 8,1º C y 23,1 °C; nivel de precipitación anual de 343 milímetros. El régimen de distribución anual es estival, ya que de setiembre a febrero se registran los mayores aportes pluviométricos estacionales. Sus valores térmicos, la intensidad de la luz solar, su reducida nubosidad, sus vientos moderados y de escasa fuerza en gran parte del año, y el bajo porcentaje de humedad relativa, son factores que contribuyen de manera apropiada, para que su inmenso espejo de agua verde esmeralda, sea una tentación para la realización de actividades náuticas tales como: navegación a vela, esquí acuático, windsurf, buceo, kayak.
A tan sólo 10 km. y en contraste con esta gran masa de agua, se alzan las dunas que llegan a medir hasta 200 m. de altura y se extienden sobre una árida zona de 30.000 ha. Escenario del Dakar en varias oportunidades, la constante alteración del relieve hace propicio vivir una experiencia única con la compañía de un guía especializado.
Internándose por el Cañón del Atuel, pueden observarse las majestuosas paredes en tonos rojizos, amarillentos, ocres y grisáceos, representados en el “Museo de Cera”, donde el turista liberará su imaginación para descubrir innumerables formas de animales o rostros humanos. Otras formaciones curiosas que se pueden mencionar son: “El bosque de coníferas”, “Los Monjes”, “El Lagarto”, “El Búho”, “El trono del Inca”, “Los elefantes”, entre otras.
Bordeando el Cañon del Atuel, está el río homónimo, que si bien nace en el Lago Atuel, atraviesa a lo largo de sus 790 km de longitud distintos ambientes geográficos, siendo parte de importantes obras de potencial hidráulico (El Nihuil y Valle Grande). En este tramo de su recorrido el caudal de sus agua posee una caída vertiginosa de 35 m3 por segundo, ideal para el desarrollo de diversas actividades turísticas. A la vera del Río Atuel, la infraestructura turística es abundante ya que cuenta con todos los servicios que el turista necesita, desde camping, cabañas, hotel, restaurantes, proveedurías, playones para deportes complementados por una acorde forestación. También los servicios de turismo de aventura, que se desarrollan en el lugar, como: descenso de río, kayak, canotaje, cabalgatas, rapel, escaladas, tirolesa, senderismo, parapente, paseo en catamarán en el lago, mountain bike, rafting.
En el interior del Cañón del Atuel, encontramos el complejo hidroeléctrico denominado Los Nihuiles, que con sus tres centrales hidroeléctricas “Nihuil I,II y III, más los dos pequeños diques y lagos artificiales “Aisol” y “Tierras Blancas”, contribuyen a realzar su belleza.
Emergiendo del Cañón del Atuel a través de una sinuosa cuesta se accede a la Villa del Nihuil. En este sitio se encuentra el embalse más extenso de Mendoza, un inmenso lago que conforma el dique El Nihuil de 9600 has, y en cuyo seno cobran vida una variada especie ictícola que invita al pescador a dar una rienda suelta a su deporte favorito ya que en el margen izquierdo se encuentra el Club de Pescadores de San Rafael que provee de todos los servicios necesarios.
Además de pesca, el dique permite a los amantes del windsurf desplegar sus velas multicolores o quienes practican el esquí acuático, deslizarse raudamente sobre las aguas serenas. Se practica también canotaje, velerismo, yacht, moto náutica, buceo, natación y actividades de aventura. Este dique es la sede del Pentatuel, un importante acontecimiento deportivo de cinco disciplinas que realiza todos los años en febrero.
En cuanto a su infraestructura turística la Villa brinda servicios de cabañas, hostería, restaurante, hay campings, alquiler de embarcaciones y otros servicios. También clubes deportivos que facilitan la realización de deportes tradicionales y turismo aventura.
El regreso, para culminar este circuito, se realiza desde El Nihuil por Ruta Provincial 180 hasta interceptar la Ruta Nacional 144, descendiendo por la Cuesta de los Terneros, de la Sierra Pintada hacia San Rafael, y el último tramo, Ruta Nacional 143 (Avenida Ballofet).