El turismo del vino constituye hoy una de las grandes posibilidades de continuar mejorando el desarrollo del sector en las provincias vitivinícolas. Hoy existen importantes expresiones: prestadores de servicios, operadores que se especializan en el sector, bodegas que han hecho avances importantes en esa materia y restaurantes temáticos que acercan al comensal la oportunidad de vivir alguna experiencia particular apuntada a los sentidos. Sin embargo aún no existe en el país lo que se denomina un producto turístico integrado y homogéneo que presente una calidad de servicio similar entre los distintos atractivos y las diversas regiones vitivinícolas. Abrir el debate y analizar el tema para encarar el desarrollo del sector turístico se plantea como un desafío de suma importancia. «Estamos intentando trabajar sobre la oferta del turismo del vino que es mucho más que un tour de bodegas. Necesitamos desarrollar todos los recursos que tenemos y explotar la cantidad de bodegas que hay, la tradición, la historia, la gastronomía y transformarla de manera tal que se pueda generar el turismo del vino como un producto a ofrecer a quienes nos visitan y a otros mercados», afirmó Gabriel Fidel, a cargo del Plan de Consolidación del Enoturismo en Argentina, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo. «El propósito es trabajar sobre la oferta, consolidar los buenos productos que hay y crear nuevos, para desarrollar un importante portafolio, donde intervengan bodegas grandes y boutique, nuevos operadores que presenten productos alternativos, quienes desarrollan artesanías y gastronomía, y creadores de otros aspectos vinculados a la cultura del vino», agregó. Las rutas del vino no son un tema aparte. Los operadores de turismo en el extranjero no reconocen aún a la Argentina como un país con regiones vitivinícolas que puedan comercializar. Enfatizó en que en la actualidad es más fácil vender Patagonia en el extranjero, dado que no se ha logrado la identificación turística como región de vino tal como se identifica a Jerez, Rioja, Burdeos o el Napa Valley. También nos avocamos a lograr la diferenciación de cada una de las rutas del vino del país que deben ser desarrolladas para poder llegar a cada tipo de turista y a su demanda con ofertas particulares. agregó Fidel. Desde Bodegas de Argentina, única entidad vitivinícola con carácter nacional con más de 140 bodegas asociadas en todo el país, se programan diversas estrategias para consolidar el sector. «Hoy contamos con un millón de dólares aportados por el BID/ Fomin y otro millón de dólares de mano de la Nación, el Consejo Federal de Inversiones, Bodegas de Argentina y las provincias vitivinícolas, para desarrollar distintas acciones de capacitación, calidad, desarrollo de productos, estudios de demanda internacional, etc. El objetivo del Seminario Internacional de Turismo Vitivinícola que se realizará mañana, es intercambiar conocimientos con otras regiones del mundo con más experiencia que la Argentina y ofrecer una visión del consumidor de productos de turismo vitivinícola. Caminos del vino, de colores y de sabores Iole Piscolla, periodista italiana, Licenciada en Filosofía y Letras especializada en editorial gastronómica y de turismo eno-gastronómico con vasta experiencia en promoción del vino y en publicaciones vitivinícolas, disertará sobre «La experiencia de Turismo cultural en la Toscana. «Participar en Los Caminos del Vino para una empresa implica identificar un nicho del mercado interesante y decidir la actividad en tal sentido. Los huéspedes, invitados o visitantes deben encontrarse con servicios orientados, acciones regidas por normas de calidad, personal capacitado y especializado, y un amplio conocimiento del producto que consumen por parte de quien presta el servicio. La bodega y su entorno debe desarrollar aspectos cualitativos a fin de garantizar siempre y de manera continua, la calidad de la recepción al turista. Este el punto de partida para un país que quiere implementar un notable desarrollo económico a través del turismo eno-gastronómico, más allá de lo que evoque el propio territorio. Argentina tiene un gran potencial en este sentido. En Toscana, donde este fenómeno ha echado raíces, ya existen servicios innatos sobre el territorio que, a lo largo de los años, se han transformado en caminos de sabores y de colores». Trabajar más en la promoción de los productos íconos Peter Smith es chef gourmet y guía de diversos tours privados en el Caribe y el Mediterráneo. Es dueño de Avalon Tours, empresa de turismo especialista en visitas privadas a los viñedos más finos del mundo y a los enólogos más grandes del vino. Disertará sobre las características de venta de los destinos de turismo del vino en el mercado norteamericano. «El vino de Argentina está emergiendo en los Estados Unidos y naturalmente el turismo del vino está empezando a ganar adeptos. Muchos viajeros consideran que los países de Sudamérica pueden ser peligrosos y aún hay algo de precaución, aunque se sorprenden al encontrarse con buenos estándares de alojamiento y experimentadas agencias, lo que les genera una percepción positiva de lo que el país tiene para ofrecer. Argentina como región turística tiene potencial para ser exitosa en el mercado norteamericano. Puede lograr atraer turistas si trabaja más en la promoción de algunos de sus productos, que cada vez más se presentan en el mundo como «íconos» y son internacionalmente reconocidos. Difundir las actividades y experiencias que se pueden vivir en las regiones vitivinícolas despierta el interés y atrae a visitantes. Por otro lado, Europa está cada vez más cara y el americano en los próximos años dispondrá de menos dinero para viajar; eso constituye una gran ventaja». Fuente: Diario Los Andes