Los permisos de ingreso para ascensión y trekking se deben adquirir personalmente en el Centro de Visitantes de la ciudad de Mendoza, avenida San Martín 1143, de lunes a viernes, de 8 a 18, y fines de semana, de 9 a 13. Los menores de 14 años no pueden ingresar al parque, en tanto los que tengan entre 14 y 21 deben contar con autorización de los padres certificada por escribano. No sólo es el pico más alto de América. También es la montaña más alta del hemisferio sur y una de las siete cumbres más importantes del mundo. Máxima expresión de los Andes, el cerro Aconcagua, centro de una reserva natural de 71 mil hectáreas en el noroeste de Mendoza, es más que ese centinela de piedra de 6959 m, nieves eternas y austera belleza. Alcanzar su cima es un sueño y un reto a la vez. Tal vez por eso sea considerado como meca de escaladores de todo el mundo, un icono codiciado por cada vez más andinistas. De hecho, su número de visitantes crece a un ritmo de más del 15% anual, según la Dirección de Recursos Naturales Renovables. Por ejemplo, en la última temporada -del 15 de noviembre al 31 de marzo-, ingresaron en el Parque Provincial Aconcagua 8000 personas, aunque no todas ellas con intención de coronar la cumbre. Muchos se inclinan por algunos de los trekkings más populares, como Plaza Francia o Plaza de Mulas, ambas a 4200 m. Desde Plaza Francia se aprecia, impactante, la pared sur del Aconcagua, la cara más difícil. Son 3000 m verticales de roca, nieve, glaciares y morenas. Plaza de Mulas, en tanto, es un pequeño mundo donde conviven guardaparques, rescatistas, porteadores, guías y, por supuesto, un sinfín de escaladores de todas las latitudes. Muchos coincidieron en el primer campamento, Confluencia, a 3200 m. En esta suerte de punto de encuentro entre quienes ascienden y descienden llegan a concentrarse hasta 200 personas. Además, el campamento cuenta con lujos también impensados para alta montaña como carpa-comedor, luz eléctrica generada con energía solar y baños químicos. La popularidad del Aconcagua y el aluvión de turistas tiene su contracara. Preocupado por el impacto ambiental -por lo pronto, se sabe que cada andinista genera un promedio de siete kilos de basura durante su estada-, el gobierno mendocino anunció hace un año que limitará el número de visitantes al parque, declarado área natural protegida en 1983. Otra de las posibilidades que aún se evalúa es la de aumentar el costo del permiso, de modo que sirva para regular el ingreso. Por ahora, para entrar al parque en temporada alta se pagan 330 dólares, en el caso de los extranjeros, y 330 pesos, los argentinos. A eso hay que sumarle el servicio de guía: entre 1500 y 2000 dólares, tanto para extranjeros como argentinos. Los andinistas internacionales representan cerca del 85% de los escaladores. Por lo demás, del total que intenta llegar a la cima del Aconcagua, apenas el 15% son mujeres. Y sólo el 50% de todos ellos alcanza la cumbre. Permisos Los permisos de ingreso para ascensión y trekking se deben adquirir personalmente en el Centro de Visitantes de la ciudad de Mendoza, avenida San Martín 1143, de lunes a viernes, de 8 a 18, y fines de semana, de 9 a 13. Los menores de 14 años no pueden ingresar al parque, en tanto los que tengan entre 14 y 21 deben contar con autorización de los padres certificada por escribano. Diario La Nacion