La Bendición de los Frutos, es un acto artístico-religioso que se lleva a cabo últimamente en el Prado Gaucho, en el costado Este sobre la Fuente de los Continentes del Parque General San Martín. Litúrgico en su forma y religioso en su esencia, es un agradecimiento a Dios por los frutos recibidos, con la participación de la Virgen de la Carrodilla, imagen que llegó en 1911 a tierra cuyana, trayendo en sus manos granos de uva y estrechamente ligada a la historia de la vendimia.
Por decreto n° 54 del gobierno de Cano, el 9 de febrero de 1938, se la declaró Patrona Celestial de los Viñedos, bajo en título de La Carrodilla. El origen de la Bendición se estableció en Mendoza como una costumbre de los campesinos, que dedicaban su ofrenda frutal a alguna imagen cercana al finalizar el año de trabajo.
La primera vez que se realizó la celebración se bendijo una enorme paila colmada de frutos. Tanto el lugar como la hora fueron modificados en distintas ocasiones. En 1939 se añadió una de las partes constitutivas del acto, en homenaje al vendimiador. Consiste en un marco rústico, hecho con la madera de un arado, que sostiene una reja. La humilde herramienta simboliza al hombre que labra la tierra, eje de la celebración.
El gobernador de la provincia es el encargado de dar los golpes a la reja, recordando la forma en que se llamaba en el campo al descanso, al mediodía y al caer el sol. Con los golpes de reja, cada año se convoca al descanso y a la celebración y se da paso a la degustación del vino nuevo.
Anualmente la ceremonia religiosa es oficiada por el arzobispo de Mendoza y a ella asisten el Gobernador de la Provincia y otras autoridades provinciales y municipales; la Reina de la Vendimia, las reinas departamentales, una gran cantidad de mendocinos y turistas.
Originalmente, el acto era llevado a cabo en la explanada de la Iglesia La Carrodilla, pero debido a la masiva concurrencia de público, debió trasladarse. Actualmente se realiza en el Prado Gaucho del Parque General San Martín.
Virgen De La Carrodilla
El hombre de campo mendocino es profundamene religioso, siempre ha acudido a su fe para recibir aliento en su desesperanza, mitigar su dolor, enjugar sus lágrimas, colmar sus anhelos y satisfacer sus aspiraciones. El campesino que conoce la sufrida vida en el surco, enaltece su ruego por la buena cosecha en la imagen de la Virgen de la Carrodilla.
La imagen de la Virgen fue traída a Mendoza por don Antonio Solanilla, quien la ubicó en una hermosa gruta construida en su misma casona, lugar donde rogaban ante ella vecinos y familiares por una buena cosecha. Posteriormente, se construyó la iglesia que hoy la alberga en la Parroquia de la Carrodilla, ubicada en San Martín s/n de Luján de Cuyo, donde recibe amor y plegarias de nuestros cosechadores.
Durante los actos centrales, la imagen de la Virgen es transportada por esos mismos hombres que elevan un ruego silencioso de devoción, amor y esperanza. Los centros tradicionalistas de Maipú, Junín, La Consulta, El Chañar, Coronel Dorrego y la Delegación Sur, son los encargados de escoltar a la Virgen.