ANTES DEL AMANECER: La temprana primavera de este octubre ofrece un cielo maravilloso antes del amanecer. Si Ud. tiene puesto su despertador a las 7AM no pierda el tiempo en bostezos matutinos y despabile rápido, abríguese un poquito, salga a respirar la montaña y apunte su mirada al cielo hacia el Norte. El astro de mayor magnitud es Júpiter (con buenos binoculares se alcanzan a distinguir sus cuatro lunas principales: Europa, Io, Ganímedes y Calisto). Haciendo centro en Júpiter, 35º sobre el horizonte Norte, tenemos a la izquierda Las Pléyades de la constelación de Tauro. También a la izquierda pero un poco más arriba, Aldebarán, la gigante roja El ojo de Tauro. Más arriba el cinturón de Orión (las tres Marías) y la espada de Orión, dentro de la cual se encuentra la Nebulosa de Orión (para ver con prismáticos en el centro de la espada). Si seguimos la dirección de las tres Marías hacia lo alto encontraremos casi sobre nuestra cabeza a la estrella Perro Sirius, la de mayor magnitud de toda la bóveda celeste, en la constelación del Can Mayor. Si mira hacia el Este observará enorme a Venus, un familiar planeta, alter ego de la Tierra. LUEGO DE LA PUESTA DEL SOL: Mirando hacia el Oeste tendremos una magnífica posibilidad para ver en toda su extensión la constelación de Escorpio, antes de que el sol la alcance para mediados de noviembre. Allí la protagonista principal es otra gigante roja, Antares, una estrella de gran impulso y pasión. Texto y fotos: Arq. Guillermo G. Gras