Así lo confirma el catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense y presidente de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN), Enrique Rojas, sostiene que un vino de calidad de entre 11 y 13 grados tomado con moderación es un alimento, pero también un antidepresivo. El vino tiene efectos beneficiosos desde el punto de vista físico y psicológico tomado con moderación; una o dos copas diarias de un vino de calidad. Asimismo elogia sus beneficios psicológicos y, como tal, lo ha calificado de antidepresivo Autor de varias publicaciones sobre temas clínicos, humanísticos y de ensayo, Rojas sostiene que el vino, entre otras propiedades físicas, es antioxidante, bactericida, normalizador de la tensión arterial e hipoglucemiante: es un elevador del tono vital porque actúa sobre el ciclo metabólico del azúcar y los neurotransmisores cerebrales: la serotonina, la dopamina y la adrenalina. Otra de las propiedades psicológicas que este médico atribuye al vino es su efecto ansiolítico, ya que disuelve las tensiones emocionales, sin olvidar que produce un aumento de la capacidad de comunicación y de pensamiento de la persona. El vino es un estimulante, subraya Rojas, que ha reprobado la campaña antialcohol que impulsó el anterior Ministerio de Sanidad, presidido por Elena Salgado, y que incluyó el vino. La declaración Vino, Nutrición y Salud impulsada por la FIVIN, a la que se han adherido 123 municipios riojanos pretende promocionar y difundir las propiedades saludables que conlleva un consumo moderado y responsable de vino, concienciando e informando a la sociedad sobre los hábitos de vida saludable, haciendo hincapié en los jóvenes, sobre las pautas correctas y responsables de consumo para conseguir una buena salud y mejorar la calidad de vida. Dicha declaración consta de los siguientes puntos: 1.- El vino es un alimento que forma parte de la cultura tradicional de los países mediterráneos. Los clásicos griegos ya presentan la cultura del vino como característica de los pueblos agricultores civilizados. 2.- La viña configura un paisaje característico y perfectamente integrado en el medio natural y tiene una importancia capital en el mantenimiento del medio ambiente, especialmente en la protección del suelo frente a los procesos erosivos. La viña ofrece un doble beneficio medioambiental en la lucha contra el cambio climático: es fuente de oxígeno y absorbente de los gases de efecto invernadero. 3.- El cultivo de la viña y la elaboración del vino ha generado en cada territorio una arquitectura que ha configurado un paisaje, tanto rural como urbano, singular. 4.- Numerosos estudios científicos han demostrado los beneficios para la salud del consumo moderado de vino. Tomar vino con moderación es saludable, e incluso recomendable en adultos sanos. 5.- Practicar la abstención en caso de enfermedad, embarazo o trastorno psíquico y en caso de tomar fármacos o sedantes. 6.- Transmitir la cultura del vino en el entorno familiar y social de forma que se aprenda a consumirlo de manera moderada y responsable. 7.- Los encantos del vino se encuentran en los matices cromáticos y en los aromas. Beber mucho o beber deprisa disminuye el placer de degustarlo. Tomarlo despacio permite saborearlo con los cinco sentidos. 8.- El vino está hecho para acompañar las comidas, y una buena comida, para que la acompañe un vino. 9.- El consumo de vino es un acto social, y por este motivo hace falta compartirlo para poder disfrutar de toda su complejidad. 10.- Armonizar vino con alimentos, así como vino con oportunidades, es un arte.
Fuente: Area del Vino, Editec SRL