Chandon ideó un sistema de puntuación para sus productores vitícolas asociados. Son más de 200 viticultores que trabajan con estándares de calidad que, finalmente, reditúan en el precio de la materia prima.
¿Aplicar premios o penalidades para lograr mejores rendimientos Esa es la cuestión. Chandon trabaja con la primera opción, y todos los años premia a los productores que sacan la mejor nota, pagándoles la uva alrededor de un 18% más. Con este sistema la bodega logra mejor la calidad de vinos y espumantes, y los productores, mejores precios en la uva. El encargado de viñedos de Chandon, Martín Reboredo, explica el sistema que se aplica desde hace 20 años, y fue logrando con el tiempo, que los terceros produzcan la mejor uva posible. En 1990 arrancamos con un sistema de calificación de la uva. Tuvo tanto éxito que cambió el hábito de cosecha de los productores de Mendoza, asegura el ingeniero agrónomo. Años atrás, la uva cosechada por terceros generalmente llegaba a los lagares rota, con hojas, mezclada y muy sucia. No importaba, nadie tomaba en cuenta ciertos los parámetros de calidad. Pero desde que comenzamos a aplicar este sistema pasaron unos 5 y 6 años y la gente lo tomó como hábito. El sistema Chandon tiene tres ingenieros agrónomos que se ocupan sólo de la producción tercerizada, más otros tres que incorpora en época de cosecha. Así, la uva que llega a la bodega es calificada por un ingeniero antes de bajar del camión. Saca una caja al azar, vuelca la uva en una mesa de clasificación, toma su cuaderno y apunta. Ahí evaluará tres ítems de relevancia, dos de los cuales tienen sub ítems. Estos son calidad de cosecha y sanidad. En el ítem calidad de cosecha se ve que las cajas o bins lleguen limpios de hojas, que la uva sea pura, que se coseche con tijera, que no tenga barro ni elementos extraños. Una vez evaluados el productor se va con la nota ni bien pesa su producto en la báscula. Reboredo indica que esta nota es importante, porque el productor que ha sacado una mala nota, puede reaccionar de inmediato y traer el próximo camión en mejores condiciones. Cada camión es calificado, y cada camión se lleva la nota. Así se obtiene una calificación promedio, a la que se suma la calificación de viñedo, donde cuentan los trabajos que el productor hizo en la viña durante todo el año (riego, cuidado de enfermedades, poda, etcétera). Esa nota es una sola, explica Reboredo. El viñedo debe ser homogéneo equilibrado, la uva debe estar sana. Pero no sólo la que llega a la bodega, sino también la que está en el viñedo. Cuando evaluamos las uvas enfermas vemos si se hicieron o no los trabajos de prevención de enfermedades en la viña, también se califica el tema riego, maleza, y eso lleva una nota en general, detalla. Los resultados La nota que se promedia da entre 0 y 10 y participa en el precio final de la uva, que está dado por un precio base más un premio, que es proporcional a la nota que haya sacado el productor. El que saca un 10 absoluto obtiene alrededor de un 20% más. Y esto no es tan difícil porque pedimos cosas que se pueden hacer. En general estamos pagando en promedio un 18% más del precio base por la buena calidad que se obtiene, dijo Reboredo. Cuando Chandon comenzó con este sistema de evaluación y premios el promedio de las notas que sacaban los productores era 7, y menos. Hoy el 90% obtiene entre 9 o 10, y al que saca menos de 7 le ponemos directamente un cero, asegura. De hecho un productor que no alcanza varias veces los estándares de calidad, queda fuera del sistema y se evalúa el ingreso de otro, también bajo ciertos estándares de calidad. Actualmente ingresan a Chandon 250 mil quintales de uva. Cerca del 70 % ciento es uva de terceros. Fuente: Area del Vino, Editec SRL