Como en cada rincón del planeta, la llegada de la primavera a los valles de la Cordillera de los Andes mendocina trae consigo una necesaria renovación que embellece el entorno con nuevos colores, sonidos y aromas. Ya los días se alargan y el solo hecho de amanecer antes -y sin heladas- provoca poco a poco que se alcancen mayores temperaturas durante el día. Es así como los primeros frutales comienzan a florecer, y entre los más madrugadores se encuentran los ciruelos, durazneros, membrillos y manzanos. Las aves han tenido durante el invierno un comportamiento pasivo. Pero con la primavera cambian el tono de sus cantos, comienzan a agruparse y empiezan con sus cortejos. Luego es frecuente verlas llevando diferentes materiales en su pico que usarán para construir los nidos. Algunas como los picaflores hacen su entrada en escena luego del aletargamiento que por las bajas temperaturas experimentan. Es el despertar del sueño invernal de la hibernación. La aparición de los picaflores coincide con la llegada de las primeras flores, y éstos ayudan a su polinización. Los insectos, principalmente las abejas, llenan el aire montañés con sus zumbidos, y también se empiezan a ver las mariposas. Los cactus se llenan de flores de rutilantes colores. Las hay rojas, blancas, amarillas, anaranjadas. Los arroyos bajan ruidosos de las alturas andinas ya que aumentan paulatinamente su caudal gracias a los primeros deshielos. En algunos casos sus aguas se enturbian por el arrastre de sedimento por ese mayor caudal. Por ejemplo, en invierno el río Mendoza es cristalino en tanto que en verano se tiñe de chocolate. Quienes en esta época del año remontan aguas río arriba son las truchas, en busca de los mejores sitios para desovar. El ciclo comienza a completarse. En valles, cerros y ríos la primavera entona nuevas melodías, el aire se cubre de dulces aromas y la paleta de colores se despliega en originales tonalidades. La primavera en la montaña mendocina invita a recorrerla y a plasmarla en los mejores recuerdos. Colaboró en texto: Andy Elías