Después de Buenos Aires, Mendoza se está convirtiendo en el destino de preferencia para la comunidad GLTB (Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales) y mucho tiene que ver la participación del enoturismo. Esta veta la aprovechan bodegas como Trapiche, Norton, Chandon, Margot, Achával Ferrer y Ruca Malén, entre otras, que son muy receptivas con el turista GLTB, según contó Carolina San Millán, una de las dueñas de la agencia de turismo gay, Heaven and Hell.
El enoturismo ha crecido en Argentina de la mano de la vitivinicultura. Cientos de bodegas han creado un departamento exclusivo a esta actividad y han desarrollado alternativas para todos los gustos en los últimos diez años.
Mucho tiene que ver el perfil del público homosexual. Son personas muy refinadas, exigentes y con buen poder adquisitivo. Saben mucho sobre vinos. De hecho, en muchas ocasiones optan por ingresar a un curso sobre vinos que dictamos aquí en la bodega, contó Gastón Re, encargado del Área del Turismo de Bodega Trapiche.
Coincidió con este concepto Carolina San Millán. Los programas gayfriendly suelen durar más tiempo que los comunes. El personal debe estar capacitado para tener un trato más puntual y específico ante la necesidad de inclusión.
El nivel de cultura y especialización en vitivinicultura del público gay viene casi siempre de experiencias logradas en otras regiones del mundo como Napa Valley, Chile, Australia y Francia.
La oferta
Otra bodega que presta especial atención al turista gay, es Norton. Este año la empresa vitivinícola lanzó un programa de turismo llamado Food & Wine Friendly Experience, que tiene como objetivo atraer al público gay y a quienes encuentren atractiva la experiencia.La actividad comienza con una recepción de espumantes en la terraza de Wine Bar, continúa con un recorrido por viñedos y degustación en un espacio exclusivo al aire libre y con el Cordón del Plata como escenario imponente.
Allí, junto a las vides de malbec en nuestra finca de Perdriel, degustamos uvas y varietales de alta gama. Camino al almuerzo hacemos un paso por la bodega, en el restaurante culminamos con un menú Olivas, en cuatro pasos maridamos platos elaborados en base a una selección de aceites de oliva y nuestros vinos más destacados, indicó Álvaro Agüero, Jefe de Operaciones y Desarrollo Turístico de Norton.Por su parte, Trapiche trabaja en sociedad con la agencia de turismo gay, Heaven and Hell.
Uno de los paquetes que se ofrecen en la bodega consiste en la degustación de cinco vinos espumantes con dos métodos de elaboración diferentes y niveles de azúcar muy variados.
Otro programa consiste en un curso vitivinícola de tres horas de duración. Es para un máximo de seis personas. Se hace una hora de viñedo, una hora de bodega y una hora de degustación. Además, en vistas a futuro, se está elaborando un tercer programa para público homosexual. Se llamará Plus Ninety o +90 y propondrá la degustación de cinco vinos que hayan conseguido más de 90 puntos en las publicaciones de Wine Enthusiast y The Wine Advocate. Tendrá un costo de U$S 95 por persona.
Buenos resultados
Tanto Trapiche como Norton han sacado buenas conclusiones en sus primeros años de trabajo. Hasta ahora la demanda no ha sido demasiado pero sí de muy buena calidad, aseguró el representante de Trapiche. Satisfecho, mencionó que la amplia línea de vinos de la bodega les permite conquistar el paladar de cualquier turista, ya que los estilos son muy diferentes y se adaptan a cualquier gusto.
Para Álvaro Agüero, los resultados logrados por Norton fueron también muy interesantes. En un principio pensamos que necesitábamos una oferta exclusiva para el turismo gay, pero encontramos que la integración es un punto clave para tener éxito con el programa, declaró el profesional.
FUENTE: DIARIOS LOS ANDES