El gobierno Chileno declaró de interés público al proyecto de Túnel de Baja Altura presentado por Corporación América que unirá Chile con Argentina, la coordinación del Ministerio de Obras Públicas (MOP) del país vecino, permitirá iniciar los estudios complementarios para la creación del corredor bioceánico. De esta manera se consolidaría la integración de América Latina y permitiría la conexión de los mercados de Asia, Chile, el Mercosur y los mercados del Atlántico.
La oficialización del interés del gobierno de Michelle Bachelet se da justamente a pocos días que el actual Paso Cristo Redentor quedase inhabilitado por las inclemencias del tiempo impidiendo el tránsito de más de 3.500 camiones.
Esta iniciativa, comparable únicamente con los dos túneles que se construyen actualmente en los Alpes Suizos, consiste en la construcción de un enorme túnel bajo la montaña y la puesta en marcha de un tren trasandino eléctrico que unirá ambos países y permitirá cumplir el anhelo de contar con un canal directo hacia el mercado asiático.
Con una inversión de 3.000 millones de dólares y luego de 7 años, los dos países contarán por fin con un paso estratégico disponible las 24 horas, los 365 días del año a salvo de las inclemencias del tiempo.
Este canal permitirá transportar hasta 30 millones de toneladas de carga en una primera etapa.
El proyecto forma parte de un emprendimiento mucho más importante: el corredor bioceánico que unirá Buenos Aires-Valparaíso y será estratégico para el comercio internacional.
CASA (Corporación América), Tecnicagua, Petrolera del Sur (de Chile), en conjunto con otras importantes empresas como Camargo Correa (de Brasil), Cometrans (TBA) y Cartellone, se comprometieron con el desarrollo de este proyecto.
Este proyecto se constituirá en una herramienta fundamental en la integración regional y permitirá potenciar el desarrollo comercial de Argentina, Chile y Brasil.
De esta manera, los dos países avanzan a paso firme con el proceso administrativo para la construcción del Ferrocarril Trasandino, que ha sido actualizado con una alternativa superadora de túnel de baja altura. El Paso Cristo Redentor es la principal vía de comunicación entre Argentina y Chile y la salida más directa al Pacífico.
Su importancia determinó la necesidad de implementar una iniciativa moderna que permita superar los actuales síntomas de congestión, evitar que el tráfico quede interrumpido por factores climáticos y prevenir la saturación estimada para el futuro próximo.
En julio del 2007, Corporación América adquirió los derechos para la iniciativa privada destinada a reactivar el Ferrocarril Trasandino Central con el fin de potenciar el crecimiento del intercambio entre los dos países y la oportunidad de acercar distancias con los mercados más distantes.
La solución proyectada se concentra en los siguientes aspectos:
– Dar una solución estratégica y geopolítica de largo plazo.
– Aumentar significativamente la capacidad de carga.
– Generar un servicio confiable todo el año, minimizando la exposición al clima.
– Resolver el cuello de botella principal de la traza ferroviaria.
La mejor forma de lograr todos estos objetivos es excavar un Túnel de Baja Altura (TBA) que dará respuesta de forma efectiva a la situación crítica actual del Paso. – Brinda una solución estructural y de largo plazo para la integración regional.
– Logra una ruta más confiable y económica: Hace que el transporte de carga desde el MERCOSUR hacia Chile y el Pacífico sea menos costoso y más previsible. Evita las interrupciones durante el invierno, permitiendo una planificación de mediano y largo plazo, algo imposible hasta ahora.
– Permite operarse durante todo el año, sin interrupciones y con gran capacidad de carga.
– Puede ampliarse en el futuro. Una vez inaugurado el TBA, se podrá diseñar nuevos proyectos para optimizar el resto de los pasos al país vecino.
– Mejor escenario para la inversión local: Permite la planificación a largo plazo y la concreción de proyectos de gran envergadura.
– Impulsa las economías regionales: Hace viables proyectos regionales en la zona Andina, hoy antieconómicos por no contar con una salida eficiente y confiable al Océano Pacífico.
– Es la mejor solución energética y ambiental a largo plazo: El ferrocarril es muy eficiente en el uso de la energía. Trabajar con un tren impulsado por energía eléctrica, generada en la misma zona por una represa hidroeléctrica, es una solución óptima tanto en el costo de combustible como en cuanto al magro impacto ambiental. 1) Esquema general Tramo a modificar.
– Tramo Mendoza-Puente del Inca: Traza histórica del ferrocarril, actualizada y electrificada (141km).
– Tramo Puente del Inca-Juncal: Túnel de Baja Altura (23,5km): Se evitan trepar 500 metros, se acorta 10km de recorrido y se evitan pendientes superiores al 8 por ciento.
– Tramo Juncal-Los Andes: Se actualiza y electrifica la traza histórica del ferrocarril (51km). 2) Túnel de Baja Altura (TBA).
Falso túnel Puente del Inca Quebrada Cerro Navarro.
– 8,5km de cobertizo de protección contra clima y derrumbes.
– Sigue la pendiente del valle.
– Se construirá con doble vía desde la etapa inicial. 3) Túnel Ferroviario Quebrada Cerro Navarro – Juncal.
– Portal Argentino: Quebrada Cerro Navarro (R7,2750 MSNM).
– Portal Chileno: Juncal (R60 CH, 2200 MSNM).
– Doble túnel ferroviario eléctrico.
– 4,7 por ciento de pendiente.
– 15 kilómetros de túnel, 7 en Argentina y 8 en Chile.
– Construcción en etapas:
1) Perforación del primer túnel.
2) Terminación del primer túnel y perforación del segundo túnel.
– Primer túnel: Estudios, proyecto y obra.
– Segundo túnel: 3 años adicionales.
– Requiere 5 MW de alimentación constante (24/7) por tunelera. Se evalúa la viabilidad del uso de dos tuneleras para reducir los plazos.
– Ambas perforaciones se harán desde Juncal hasta Quebrada Cerro Navarro con una sola tunelera de 9,5 m de diámetro (cuesta arriba).