Los interesados en conocer la ciudad de Mendoza desde las alturas podrán hacerlo desde el Mirador del séptimo piso de la municipalidad, en 9 de Julio 500. Fue reinaugurado la semana pasada con nuevos detalles para hacerlo más atractivo y, además, a modo de homenaje lleva el nombre de un arquitecto clave en la historia urbana local: Gerardo Américo Andía. En la terraza del edificio municipal hay un mirador que si bien estaba abierto a los visitantes, no ofrecía más atractivo que la visión en altura y en 360° de la ciudad y los primeros cerros de la precordillera. Para volverlo más llamativo, hubo intentos de sumarle un restorán, pero que fracasaron y, a la vez, no siempre se podía acceder ya que los guías no estaban disponibles o la sede comunal estaba cerrada. El Mirador es importante dentro de la oferta local para los visitantes ya que aparece promocionado en todas las guías turísticas como un lugar ineludible de la ciudad. Esto porque en todas las grandes urbes del mundo, esos sitios son el punto de partida de los turistas que prefieren tener una visión panorámica antes de recorrerlo en detalle.La terraza necesitaba reparaciones ya que había filtraciones. Con las obras que se le hicieron estuvo cerrada ocho meses y aprovechamos para reabrirla con un nuevo perfil que apunte a mejorarla como atractivo turístico, explicó Mariana Juri, subsecretaria de Turismo, Cultura y Desarrollo Económico comunal. La funcionaria destacó que nos pareció oportuno aprovechar esta reinauguración para ponerle el nombre de Andía, un arquitecto emblemático de Mendoza durante las décadas de 1950 y 1960 y que falleció este año. Así damos respuesta al reclamo de diversos sectores que nos pedían rendirle homenaje y no queríamos hacerlo con una simple placa o dilatarlo en el tiempo.En consecuencia, la Terraza Jardín Mirador Gerardo Américo Andía tiene muchos detalles que la diferenciarán de la propuesta que existían hasta antes del cierre. Por caso, en el hall que hay apenas se sale del ascensor hay una sala para exposiciones, la primera de las cuales precisamente muestra bocetos y planos realizados por ese arquitecto y que acercaron a la comuna sus descendientes. Posteriormente, dará lugar a obras de artistas locales. A la vez, habrá una biblioteca con libros sobre Mendoza y el vino, que en principio sólo se podrán consultar en el lugar pero se planea instalar un stand para la venta. Los jardines, que anteriormente tenían flores de temporada, ahora sólo poseerán especímenes de flora autóctona. Hay un sector solamente para cactáceas y otro, en el que la jarilla y el coirón convivirán con otras especies, cada una señalizada con su cartelito. El visor que sirve para mirar a la distancia hacia el oeste ahora tendrá debajo un interpretador que fue realizado por una geógrafa. Se trata de una fotografía panorámica de los cerros testigos que están señalados y con diversos datos para la necesidad de información de los visitantes.