Tradicionales e Innovadores A la hora de emprender la difícil tarea de plantar una nueva viña, siempre el productor debe pensar en cuál será el sistema de conducción elegido que mejores resultados le traerá a su vid. Entre los más conocidos se encuentra el parral y los espalderos alto y bajo.
Es importante saber qué sistema se empleará porque éste incide directamente en el control de la vegetación, la erosión, la insolación y también actúan sobre los factores de tipicidad y calidad de vino. Aunque su objetivo principal es controlar la forma de la planta, su microclima y los equilibrios fisiológicos.
El Instituto Nacional de Tecnología Argropecuaria (INTA) Mendoza ha creado un nuevo sistema de conducción de la vid denominado Ybm INTA que permite obtener excelentes prestaciones culturales, entre ellas:
– Aumenta la superficie foliar expuesta potencial y por lo tanto la recepción de la radiación solar a nivel de hojas y racimos.
– Aumenta el potencial enológico de las uvas y el nivel de la producción.
-Permite la mecanización de prácticas culturales como poda y cosecha.
Actualmente se conducen experiencias sobre la adaptabilidad del Ybm INTA al proceso de transformación de parrales a sistemas articulados con división de canopia y prestación cultural múltiple.
El Ybm INTA ha sido aceptado como sistema de conducción de la vid para producción de uvas de alto potencial enológico por el GESCO (Grupo de Estudios sobre Sistemas de Conducción de la Vid) AGRO Montpellier, de Francia. Sistema Ramé
El productor mendocino de la zona de Rivadavia, Luis Ramero, desarrolló un innovador sistema de conducción de vid, donde la canopia se divide y suspende. Se trata de una estructura que permite guiar la cepa de forma tal que se obtienen cordones suspendidos con orientación vertical de su follaje, permitiendo que con una sola hilera de postes se obtengan finalmente dos cordones de uvas.
Las principales ventajas de este sistema son:
– La distribución de la canopia favorece la ventilación que contribuye a mejorar el comportamiento sanitario del cultivo.
– Permite que la cepa se equilibre en forma natural con una brotación homogénea.
– Se aumenta el potencial enológico de la uva con un mayor nivel de producción.
– Su diseño permite una importante mejora en las condiciones de las labores culturales, reduciendo los costos de las mismas en un 40%.
– El sistema Ramé permite la colocación de tela antigranizo, sin la necesidad de realizar grandes modificaciones estructurales. Ahorrando en el costo de colocación más de un 50%. Scott Henry
Es básicamente un sistema de conducción en espaldera alta de vegetación dividida ascendente y descendente. Cuenta con dos alambres separados por unos 15 a 20 centímetros. Tiene una altura promedio de 2 metros para poder tener la canopia dividida. Entre sus características se destacan que tiene alambres fijos y otros móviles, que permiten la colocación de la vegetación en forma ascendente y descendente. Esta última se puede colocar sólo recién cuando los pámpanos tienen aproximadamente un metro. Este método surgió en los Estados Unidos.
Smart Dyson
Algunos especialistas aseguran que este sistema da una fruta cosechable en el primer año de cultivo y muy buena fruta a partir del segundo año. No obstante, es muy similar al sistema Scout Henry con algunas modificaciones. También es una conducción por espaldera alta que necesita para desarrollarse casi 1.8 metros de altura. La diferencia radica en que este sistema permite pitones tanto en la parte superior del cordón como en la parte inferior del cordón. Sistema Casarsa
Es otra forma de espaldero alto. Aquí la planta se conduce por medio de un cordón unilateral, donde se dejan pámpanos que se podan con cargador libre. Tiene una altura de 1.80 metros. En Argentina se le hizo una modificación que en la actualidad permite la poda mixta. Sistema GDC
Sistema conocido como Geneva Doble Cortina (GDC). Tiene una altura del tronco aproximada que ronda los 1.80 m. Su estructura en «T» es formada por 5 hilos de alambres fijos (incluido el de sostén) y 2 móviles. La vegetación se ubica en forma descendente apoyada en alambres móviles con los pintones hacia abajo. Los especialistas sostienen que esta es uno de los sistemas que más se exponen a la luz solar. Lyra
Existen dos clases de este sistema uno abierto y otro cerrado en su estructura superior. Lyra Abierta, lo que se explica en que ambos sistemas difieren entre sí en la abertura superior de la estructura, lo que permite al sistema de Lyra Abierta una mayor intercepción solar. Los especialistas aseguran que se consigue una excelente calidad aunque requiere numerosos trabajos en el viñedo.
El sistema Lyra abierto cuenta con una altura del tronco de 90 centímetros. Su estructura está formada por 4 hilos de alambre por lado. Tiene una abertura inferior 1 metro y una abertura superior de 2 metros. La vegetación consigue llegar casi a los 1.4 metros. En el caso del cerrado la diferencia radica en las aberturas en las partes superior que solo de 1.30 metro, mientras que en la inferior es de 80 centímetros. Fuente: Área del Vino