Lo que comenzó en el año 1938 como “bendición de la cosecha” logró convocar a miles de mendocinos que no quisieron perderse el ritual y las palabras de por aquel entonces Monseñor José Verdaguer, quien bendijo la paila de fruta en la Rotonda del hermoso Parque General San Martín en Mendoza.
El agradecimiento es a Dios por la cosecha y se ofrece el nuevo vino bajo la evocación de la Virgen de la Carrodilla, patrona de los viñedos. Así se bendice los nuevos frutos, que pronto serán procesados y puestos en toneles para que el tiempo sabio y la espera de los hombres hagan el resto.
La Bendición de los Frutos nació en la tercera edición de la Vendimia. Desde ese momento, la Virgen es llevada en andas por la multitud y venerada a cada paso. Traída por Antonio Solanilla desde Aragón, España, su presencia asegura para los mendocinos todos los años una buena cosecha.
Esta celebración se realiza el último fin de semana de Febrero.
La ubicación de la Bendición de los Frutos puede variar de localidad cada año, ya que se enmarca en los Festejos de la Fiesta Nacional de la Vendimia.
La actividad es gratuita.