En el centro del pueblo cabecera de Lavalle, Villa Tulumaya, se levanta un edificio que será el primero del departamento en altura, además de también el primer hotel con que contará esta zona del norte mendocino.
Es una inversión que lleva adelante la familia Sícoli, los descendientes de aquel médico emblemático que fue Domingo Sícoli, en cuyo honor se puso bautizó al hospital regional.
Se trata de un emprendimiento de pura cepa lavallina y los titulares del proyecto, para estar a tono con la zona, lo bautizaron como «Hotel Lavalle. Vinos y tonadas en el desierto». La obraLa construcción modificará la vista de la esquina de doctor Moreno y bulevar Dorrego, frente a la plaza Juan Galo Lavalle, donde ya se observa la silueta del hotel, que tendrá 690 m2 cubiertos, con planta baja y dos pisos. El establecimiento ofrecerá 20 habitaciones, distribuidas dos en la planta baja, una de ellas para personas con discapacidad; ocho en el piso intermedio; y 10 en el segundo nivel. La categorización será de un hotel de tres estrellas, de acuerdo a lo conversado por los promotores del emprendimiento con el Ministerio de Turismo. Además, contará con confitería abierta al público, internet, TV cable y piscina.Abajo habrá un sector de servicios, un amplio bar y la cocina; en el primer piso, además de más áreas de alojamiento, se dispondrá de un salón de actos para reuniones, con una vista panorámica de la plaza. El lobby de acceso, en tanto, estará sobre calle Dorrego. El emprendimiento -que prevé una inversión final superior al millón de pesos- se está levantado con aportes reembolsables del Fondo para la Transformación y Crecimiento de la Provincia, con el aval de las autoridades municipales, encabezadas por el intendente Roberto Righi.El proyecto del edificio fue desarrollado por la arquitecta lavallina Graciela Carro y su colega Miriam Varona.Como los propietarios son dueños de terrenos aledaños, no se descarta a futuro ejecutar allí una ampliación de prestaciones, como solarium, otra pileta y quinchos.La arquitecta Carro comentó que «la volumetría de la fachada transmitirá hacia el exterior las distintas área del edificio».La profesional explicó que ejecutar las dos plantas significó un gran esfuerzo en la preparación del suelo salitroso del lugar, lo que demoró considerablemente la obra. Los operarios, todos habitantes del departamento, se encuentran desarrollando actualmente la obra gruesa en el tercer piso, a punto de poner la cubierta (techo).Un legado para el pueblo. Los titulares del proyecto, Domingo Sícoli, médico como su padre, y su esposa Silvia Barrera, están orgullosos de dejar este legado para el pueblo que quieren y donde viven. En la patriada los acompañan sus cuatro hijos. Algo parecido ocurre en Luján de Cuyo, donde la familia Andreu construye la torre Quijote, como tributo a la comunidad en la que siempre desarrollaron su labor. «Esto es un desafío para nosotros», comentó Sícoli, médico clínico de 61 años. «Hubiera sido mucho más fácil y seguro construir locales comerciales, pero seguramente no hubiéramos sido consecuentes con la memoria de mi padre, cuya verdadera vocación fue la solidaridad, y así vivió y murió».Aunque no está estipulado aún ado cuándo será inaugurado el establecimiento, las autoridades de la comuna están muy entusiasmadas con la posibilidad contar por primera vez con un hotel en la zona, que permitirá retener a viajeros que llegan al departamento con fines turísticos y de aventura, y que a veces deben volverse a la capital provincial por no contar con plazas de alojamiento. Fuente: Los Andes