Finalizó el concurso más importante de vinos de Argentina. Participaron 478 muestras de 119 bodegas y cuatro de ellas se alzaron con el máximo galardón, el Gold Trophy. Más de 30 vinos consiguieron la medalla de oro. Qué bodegas ganaron medallas, qué dejó el Seminario Vinos Estilos Exitosos en Estados Unidos y cuáles fueron las sugerencias de los ocho periodistas internacionales invitados para testear los vinos argentinos.
El momento más esperado por las bodegas participantes en el II Argentina Wine Awards llegó a horario y sorprendió: algunos saltaban de alegría, otros ponían cara fea. En la cena de premiación, realizada en Finca Decero, los organizadores anunciaron los nombres de los vinos ganadores. Cuatro muestras consiguieron el máximo premio, el Trophy, que se entregó a vinos de distintas variedades porque así lo establecen las bases del concurso, sólo podía ganar la gran copa un exponente por varietal.
Andean Malbec 2007 (Andean Vineyards) logró el Trophy Malbec, Cavas de Crianza Cabernet Sauvignon 2006 (Bodega Clos de Chacras) consiguió el Trophy Cabernet Sauvignon, La Puerta Reserva Décimo Aniversario Bonarda 2006 (Valle de la Puerta) obtuvo el Trophy Bonarda y Vistalba Corte A (Bodegas Vistalba/Carlos Pulenta) se alzó con el Trophy Red Blend. Además, 36 vinos lograron la medalla de Oro, 121 muestras alcanzaron la medalla de Plata y 179 ejemplares se quedaron con la presea de Bronce. Es decir que, de los 478 vinos presentados por las 119 bodegas participantes, 340 muestras obtuvieron alguna medalla, un porcentaje altamente respetable, que habla del avance en la calidad de los vinos argentinos. Doug Frost, Patricio Tapia, Michael Franz, Paul Lukacs, Charlie Arturaola, Marguerite Thomas, Michael Schachner y Steve Olson junto a los argentinos Roberto de la Mota, Edgardo del Pópolo, Alejandro Vigil, Marcelo Peleritti y Rodolfo Sadler fueron los encargados de testear las 478 muestras y decidir cuáles son los mejores vinos argentinos, con destino al mercado más importante para el país, Estados Unidos. Dentro del programa del concurso Argentina Wine Awards, organizado por Wines of Argentina y operado localmente por Área del Vino, se realizó el seminario Vinos & Estilos Exitosos en Estados Unidos, en Palmares Bureau, donde se congregaron más de 350 personalidades máximas del escenario vitivinícola. Durante la jornada del jueves en el Palmares Bureau los jueces evaluaron 8 vinos exitosos en el mercado foco. Así, durante la mañana se presentaron: Veramonte Chardonnay 2005 Reserva de Casablanca Valley, Chile. Coteaux du Languedoc 2006 Viognier Laurent Miquel Nord Sud de Francia. Clos Roche Blanche 2006, Touraine Sauvignon Blanc de Francia. Bogle Vineyards 2005 Merlot de California. Martin Codax Ergo 2005, Tempranillo, Rioja de España. Winners Tank Eskadale 2006 Syrah de Australia. Poujeaux, Moulis 2003, Burdeos Francia. Piedra Hill (WH Smith) Purple Label Howell Mountain Cabernet Sauvignon de Napa Valley, California. Cada uno de ellos habló sobre el vino elegido, pero fueron sus opiniones acerca de la industria argentina y sus posibilidades en el exterior las que dieron que hablar. ¿Inmaduros Durante el 2007, según datos de la Consultora Caucasia Wine Thinking las exportaciones de vinos al país del norte alcanzaron en dólares FOB 95.318.202,32 mientras que en volumen las llegaron a los 27.608.665,38 litros, convirtiéndose así en uno de los principales mercados de exportación de nuestro país junto con Brasil y Reino Unido.
Pero cada país y cada estado tiene su particularidad y varios de los jurados señalaron el hecho de la inmadurez que tiene este mercado frente a los vinos.
Este es un mercado muy difícil de predecir porque se mueve por las modas. Se ha podido apreciar que es un país donde la mayoría no sabe mucho de vinos, lo que pudimos ver reflejado con el efecto de la película Sideways que hizo bajar drásticamente las ventas de Merlot. Esto demuestra la inmadurez del mercado que está hoy traccionado por una nueva generación que toma vino, sostuvo Michael Franz. Torrontés y Bonarda: un nicho de mercado La mayoría de los jurados coincidió en el hecho de que el Torrontés es una variedad con una excelente expresión aromática que permite que sea un vino fácil de tomar y con potencial de éxito en Estados Unidos.
Al repecto, durante la exposición, Paul Luckacs que remarcó: No sigan las modas, nadie sabe lo que el consumidor de Estados Unidos querrá mañana. En este sentido dijo que para tener éxito en el mercado de EE.UU. hay dos claves básicas, primero hacer vinos que tengan una excelente relación precio calidad (value) en todos los segmentos de precios. Y segundo, ofrecer vinos que sean distintivos del lugar, que tengan tipicidad, es ahí donde el Malbec y otras variedades como el Torrontés no tendrán competencia. Steve Olson, también señaló que el Torrontés y la Bonarda tienen un espacio en el mercado. Los distribuidores tienen que descubrir sus vinos, no hagan más Chardonnay y Merlot, porque no es lo que el consumidor americano quiere. Hagan lo que saben hacer mejor, entonces ahí encontraran su oportunidad para identificar a Argentina con Malbec y por qué no con Torrontés y Bonarda. El packaging es todo Aunque muchos abogan por el hecho de educar a los consumidores para que no juzgen a un libro por su portada y a un vino por su etiqueta, tres jurados coincidieron en señalar que el packaging importa a la hora de vender y destacarse en una góndola.
No creo que se beneficie Argentina en sus ventas con un packaging horrible donde se une el vino a los guanacos, ñandúes o chivos. El packaging y el nombre del vino son muy importantes a la hora de tomar una decisión de compra, dijo el periodista de Wine Enthusiast, Michael Schachner.
En este punto también coincidió Marguerite Thomas quien dijo que a la hora de comprar, las mujeres buscan una excelente relación precio calidad, pero además también quieren en sus cenas presencia, por lo tanto la etiqueta y el packaging cuentan y mucho. Hagan lo que saben hacer Realmente fue un placer escuchar a esta gente magnífica, conocedora del mundo y por supuesto de los vinos. Nadie mejor que ellos para describir lo que pasa entre nuestras uvas y el consumidor norteamericano. Todos especialistas y por sobre todo amantes del tema, presentaron 8 vinos internacionales, espejándolos con nuestros productos y se descargaron con misivas críticas a los importantes asistentes entre los que se encontraban Roberto De La Mota, José Zuccardi, Alberto Arizu y hasta un personaje desconocido en el rubro (hasta ahora) el mismísimo y ahora si, reconocido Gustavo Santaolalla, que fue recibido con un fuerte aplauso de los asistentes ante el juego de palabras de Sergio Gras diciendo «que no quede como un secreto entre las montañas, está con nosotros Gustavo Santaolalla» Steven Olson, nos describió perfectamente. «Tienen una tierra magnífica, la altitud de los viñedos que hasta se podría decir que son únicos, la calidad del sol y el clima, la comida, la fantástica comida que tienen aquí (ojalá tuviésemos esto en Estados Unidos), su gente, su música, el Tango, el Malbec. Tienen que aprovechar todo esto. Potenciarlo.» Steve estuvo totalmente en desacuerdo en tratar de poner un nuevo Yellow Tail en Estados Unidos. «Que es eso de poner una llama, un guanaco en una botella de vino, no es la identidad de ustedes. Perdonen pero esto, creo que está mal». Tanto Steve como el resto de los participantes hicieron incapié en utilizar el Malbec como la gran bandera. Es algo realmente distintivo de Argentina. Mientras que Charlie Arturaola destacaba también la gran chance que tienen otros vinos como el Tempranillo del Valle de Uco, el Torrontés de Salta o el Bonarda de Luján de Cuyo. Charlie destacaba que estos vinos juntos con el Malbec tienen características diferenciadoras con el resto de los vinos del mundo y la estrategia deberíamos de encaminarla por ese lado también. Patricio Tapia, en un gesto humilde pidió disculpas por ser chileno y hablar de los vinos Argentinos, pero su experiencia es indiscutida y fue muy bien aceptado por los profesionales Argentinos presentes en el AWA. Patricio habló del error de los chilenos en introducirse al mercado con precios muy bajos. Hoy los vinos chilenos son considerados muy económicos en Estados Unidos pero también no son asociados a la calidad. No importa que hay en la botella, la asociación de, barato con malo va de la mano y esto lo saben bien los chilenos. Patricio considera que tenemos que posicionarnos en una franja en la que no cometamos el mismo error que ellos y dejó una crítica muy fuerte dirigida a los enólogos. En el intento de hacer vinos para el paladar americano están llevando uvas muy maduras a la botella y esto puede generarles graves problemas en el futuro. Área del Vino, operador del evento, estuvo acertado en invitar a Marguerite Thomas quién nos recordó, que además de todos los detalles a tener en cuenta, estaba la mujer, quién es protagonista en Estados Unidos a la hora de comprar vinos y según Marguerite habría que dedicarle más atención a ella, no solo desde los tipos de vinos sino también desde la etiqueta. Michael Franz fue preciso. «La historia vende» y así se sumaron Paul Lukacs, Doug Frost y Michael Schachner y dieron su punto de vista sobre la errónea estrategia que toman algunas bodegas para conseguir el mercado más codiciado por el mundo entero. Hay muchas bodegas que se preocupan demasiado por el paladar del estadounidense y están cambiando plata en el bolsillo por pérdida de identidad. Cosa que afectará muchísimo en un futuro. La mayoría de los panelistas coincidió en la historia vitivinícola que tiene Argentina, incluso el chileno Patricio Tapia dijo que nuestra identidad es autentica. «Mientras nosotros (por los chilenos) copiamos los chateau de Francia, sus inmigrantes crearon viñedos y vinos aquí». Sutilmente Patricio dejó leer entre líneas que esta tradición es la que nos estuvo frenando y haciendo sentir cómodos en nuestro lugar sin necesidad de salir a buscar nuevos mercados. Michael Franz sostuvo que hay muchos norteamericanos que ni siquiera conocen todos los estados de su país. «No tienen que preocuparse porque se sienten la primer potencia, para que interesarse en los demás». Franz dijo que hay bodegas preocupadas por mostrar que su producto es de Argentina, «pero mucho de nosotros (por los norteamericanos) no sabemos donde queda Argentina, y es ahí donde deberían de vender su gran historia vitivinícola, sus raíces y sus vinos».