Cuando llega la hora de la cosecha, Mendoza agradece y celebra. Al completarse entonces un nuevo ciclo de esfuerzo y de trabajo en los viñedos y en las bodegas, toda la provincia se entrega a la Fiesta Nacional de la Vendimia, que año a año crece en color y convoca a un número mayor de visitantes. En la edición 2008, los festejos en la capital se extenderán del 8 al 10 de marzo próximo, si bien todos los departamentos se encuentran celebrando desde el 4 de enero, con fiestas donde se eligen a las reinas departamentales. La Vendimia tiene su momento culminante en el acto central, que se llevará a cabo el sábado 8 en el teatro griego Frank Romero Day: allí será coronada la nueva reina nacional y se pondrá en escena un espectáculo que relata la historia de Mendoza, haciendo hincapié en la eterna lucha de sus pobladores contra el desierto. En esa lucha está presente el uso del agua, clave para entender algunos elementos cruciales del paisaje mendocino, como las acequias que cruzan la capital y los distintos pueblos. Según cuentan los organizadores, la fiesta también cobra fuerza en la reiteración, que «vive en el rumor del agua corriendo por las acequias».En esta ocasión, el espectáculo del acto central será «Nacida del río y de la tierra», con el guión de Nora Meineri y la dirección de Alejandro Conte. Precisamente, la obra relata la relación de vida que siempre existió entre el agua y la tierra, y cómo la intervención del hombre fue moldeando el desierto mendocino hasta transformarlo en un sitio privilegiado. El teatro griego es siempre el escenario elegido desde 1963 -fecha en la que quedó oficialmente inaugurado- para la culminación de los festejos vendimiales. En las faldas de los cerros que lindan con el Parque General San Martín, el teatro alberga a más de 21.600 personas sentadas, y otras miles se ubican en los cerros vecinos. En total, cerca de 40 mil espectadores asisten al impactante espectáculo de luz y sonido que precede a la elección de la Reina y a las repeticiones del domingo 9 y del lunes 10. Es que en las dos últimas noches el espectáculo artístico se repite, ya sin la elección de la soberana, pero con shows musicales que prometen la presencia de Mercedes Sosa y Karamelo Santo.»Vendimia en Mendoza es sinónimo de folclore; es la historia no escrita del pueblo que se transmite por tradición». Así definen los propios viñateros al proceso y al esfuerzo del cultivo, la recolección, la cosecha y la industrialización de la uva. Porque la vid y la vitivinicultura son mucho más que una actividad económica en Mendoza: forman parte de su historia, tradición y cultura. Fuera del ámbito íntimo que ya celebraban los trabajadores hace más de un siglo entre cuecas y gatos cuyanos, la primera Fiesta de la Vendimia se remonta a 1936.En esta edición de los festejos, el próximo martes (19 de febrero) iniciará su peregrinaje la Virgen de la Carrodilla desde Junín, para recorrer distintos departamentos de la provincia y llegar a Costa de Araujo, en Lavalle. El 2 de marzo, se realizará en ese sitio la célebre «Bendición de los Frutos».En la ceremonia se agradece a Dios por la cosecha y se ofrece el vino nuevo, con el tradicional golpe de reja, que simboliza al hombre labrando la tierra. La imagen de la Virgen se traslada entonces a la parroquia departamental hasta la próxima Vendimia. La propuesta ganadora para el guión de la «Bendición de los Frutos» es este año «Resplandor en el desierto», de Jorge José González. Fue en 1938 cuando se realizó la primera «Bendición de los Frutos» en Mendoza, llamada por entonces «Bendición de la Cosecha», para dar gracias al Creador por la tierra y por sus frutos. Una gratitud que encuentra orígenes bíblicos: desde la oportunidad en que Moisés ofreció los frutos a Dios, hasta las fiestas de Pentecostés o las ofrendas en el templo de Jerusalén. En la noche del viernes anterior al Acto Central de la Fiesta de la Vendimia mendocina (el 7 de marzo), está prevista la realización de la «Vía Blanca de las Reinas». ¿De qué se trata Es un desfile de carros alegóricos por las calles céntricas de la ciudad, con las aspirantes al cetro nacional. En la mañana del sábado 8 tendrá lugar el «Carrusel»: los carruajes serán escoltados por agrupaciones con trajes típicos, todas montadas a caballo, y la emblemática carreta tirada por bueyes. Siempre se recuerda el Carrusel de 1936, al que asistieron 10 mil personas. Abrían el curioso cortejo varias llamas cargadas con recipientes de cuero, que simbolizaban el primer elemento de transporte del pueblo. Le seguían los caballos, los burros y las mulas, siendo estas últimas imprescindibles en el tráfico cordillerano de antaño. Más atrás iba una carreta y hasta una tropa de carros con capataz incluido. Detrás, desfilaba un camión, y hacia el final, tres aviones de la Fuerza Aérea cruzaron el cielo en aquel mítico Carrusel, representando al «porvenir cercano».Más próximas en el tiempo, en la fiesta de 2007, unas 250 mil personas asistieron al Carrusel. Por supuesto, la Fiesta de la Vendimia es un producto turístico consolidado: en la edición del año pasado, visitaron la provincia 68 mil turistas en la semana que precede al acto central de la celebración, según la Secretaría de Turismo de Mendoza. Y sólo en el acto central participan entre 800 y mil artistas. «Teatro en Vendimia», «Arte en Vendimia» y el Rally de las Bodegas por los Caminos del Vino -con la Copa Park Hyatt como trofeo- se suman a los eventos organizados. Convocado por el Club Mendoza Clásicos, este recorrido de 500 kms. integra el calendario oficial de Vendimia 2008 y se llevará a cabo del 13 al 15 de marzo. Más festejos. En Semana Santa (del 19 al 23 de marzo), Mendoza reeditará el exitoso Festival Internacional «Música Clásica por los Caminos del Vino», donde participarán los músicos, cantantes y bailarines seleccionados por concurso para la ocasión. Pero eso no es todo. El músico argentino Gustavo Santaolalla fue invitado a la entrega de «Argentina Wine Awards», realizado en Bodega Catena Zapata. En el evento, el ganador de dos premios Oscar fue distinguido por «Wines of Argentina» (entidad integrada por 125 bodegas del país) como el primer Embajador del Vino Argentino. Es cierto. La Vendimia y la Ruta del Vino son razones más que suficientes para recorrer los 1.050 kilómetros que separan Buenos Aires de la ciudad de Mendoza. De hecho, el enoturismo es el sector que más ha crecido en la provincia, según afirmó la Secretaría de Turismo. Varios circuitos, formados por bodegas abiertas al turismo, permiten aproximarse a los procesos de cosecha, elaboración y cata de vinos. La primera zona vitivinícola de la provincia está formada por Godoy Cruz, Maipú, Luján de Cuyo y Guaymallén, donde se concentra el mayor número de bodegas visitadas por los amantes del vino y su cultura. Desde las más pequeñas y familiares hasta las tradicionales y centenarias, las bodegas de esta región son las más cercanas a la capital con una distancia promedio de 15 km. En cambio, el valle central encierra la superficie más extensa de plantaciones; y el sur (Gral. Alvear y San Rafael) y el Valle de Uco (Tupungato, Tunuyán y San Carlos) concentran bodegas de renombre internacional y son imperdibles también por sus paisajes. Bien vale ir descubriendo Mendoza durante las distintas estaciones del año para apreciar el Parque Nacional Aconcagua (con el cerro más alto del continente, de 6.959 metros), o bien, las termas de Cacheuta, el dique de Potrerillos, Uspallata, la bellísima formación geológica Puente del Inca y el Cristo Redentor, en el límite con Chile. Hacia el sur, desde San Rafael y el Cañón del Atuel (donde se recomienda hacer rafting en verano), hasta el Valle de Las Leñas (el principal centro de esquí de la provincia) y las riquezas de Malargüe y el desierto oscuro de La Payunia, son todos santuarios naturales imprescindibles. Y por supuesto, está Mendoza, con su área fundacional, que recibe a los turistas siempre, hospitalaria. Pero ahora es tiempo de cosechar lo largamente sembrado. Y de cantar: «Virgen de la Carrodilla, patrona de los viñedos/Esperanza de los hijos que han nacido junto al cerro/Los que han hundido el arado y han cultivado el suelo/Te piden que los ampares, patrona de los viñedos». ¡Brindemos! . Fuente: Suplemento Viajes Diario Clarín