La Reserva Provincial del Manzano Histórico se encuentra ubicada en el Departamento de Tunuyán, a una altitud de 1200 metros sobre el nivel del mar, a 120 kilómetros de la ciudad de Mendoza y a 40 kilómetros de la ciudad de Tunuyán. Abarca una superficie aproximada de 1000 hectáreas. Protege el monumento histórico Sanmartiniano. Se destaca por su paisaje y la calidad de las aguas de sus arroyos lo que la transforma en un excelente atractivo turístico. En el área se encuentra una importante estación piscícola de la Dirección de Recursos Naturales Renovables, que sirve para abastecer de salmónidos a los principales arroyos de la provincia.
Geología y Geomorfología
La Reserva se encuentra en el sector este del Cordón del Portillo en la Cordillera Frontal, incluyendo un sector pedemontano. La Cordillera Frontal, está adosada a la Cordillera Principal y desaparece al sur del río Diamante, con alturas que alcanzan los 5000 y 6000 metros sobre el nivel del mar. Es un macizo muy antiguo de edad precámbrica y paleozoica, penetrado por cuerpos graníticos y otras rocas magmáticas.
En el Cordón del Portillo el relieve está elaborado sobre una y otra asociación de rocas volcánicas como riolitas y dacitas. Las culminaciones del relieve apenas alcanzan en el Cordón del Portillo la curva de nivel de los 5500 metros, siendo por consiguiente esta zona más baja que el Cordón del Plata. Esto reduce significativamente las precipitaciones, siendo el clima de una acentuada aridez.
El clima árido ha favorecido la formación de suaves superficies de erosión en el piedemonte (pedimentos), los que han sido cubiertos por depósitos de antiguos abanicos aluviales.
En el área se encuentran presentes dos arroyos: el Arroyo Pircas y el Arroyo Grande. Presentan un régimen permanente y sus aguas se originan mayoritariamente a partir del deshielo en la alta Cordillera. Sus caudales presentan un aumento notorio en los meses de Diciembre y Enero. Sus características físico químicas permiten clasificarlas como excelentes tanto para consumo humano como para riego.
Riquezas biológicas de Tupungato, “la tierra que verdea”
Al tratarse de un ecosistema de extrema elevación y bajas precipitaciones que lo torna de clima riguroso la biodiversidad es baja. Sin embargo, las especies animales y vegetales que allí habitan son de particular interés, demostrando notables adaptaciones a la vida de altura y concentrándose hacia las partes más bajas del parque.
La vegetación que predomina son los pastizales abiertos de altura de huecú (especie de pasto de la montaña) con áreas limitadas de matorrales arbustivos bajos como la leña amarilla y el cuerno de cabra. En general, la vegetación está adaptada a soportar bajas temperaturas, suelos pobres muy minerales y las tormentas de nieve y viento. Todo esto es lo que le da su aspecto achaparrado y de matas que crecen en cojín. Existen vegas donde se acumula agua y crece otro tipo de vegetación que soporta largos períodos de congelamiento del suelo. En las partes pedemontanas más bajas las comunidades arbustivas son más altas y cerradas.
Las especies animales más típicas son el cóndor, el águila mora, los guanacos, zorros, los ratones de montaña, la agachona, destacándose una especie de sapo y una de lagartija, ambas típicas de la montaña. Las liebres europeas son muy abundantes, siendo un animal exótico asilvestrado en la región.