Estos fueron dos de los temas que se trataron en el marco del Ciclo de Conferencias de la sexta edición de la Sitevi. Durante la jornada del miércoles 14, se destacaron las charlas que ofrecieron el presidente de Bodegas de Argentina, Juan José Canay, y el director de Área del Vino, Javier Merino.
La sexta edición de Sitevi Mercosur, en su primera jornada, reunió a unos 4 mil visitantes. Bodegas de Argentina y el INTA organizaron el Ciclo de Conferencias técnicas comerciales. Durante las mismas el miércoles, Juan José Canay, presidente de Bodegas de Argentina, disertó sobre las perspectivas del sector vitivinícola post cosecha.
Escenario vitivinícola post cosecha Durante la conferencia, uno de los puntos que destacó fue que si bien el consumo de vinos en Argentina y en el mundo había disminuido desde la década del 70, el cambio que se había dado es que a la hora de elegir un vino el consumidor ahora se vuelca hacia la calidad. El aumento en los vinos de alta gama ha sido de un 70%.
Uno de los puntos de este cambio es que el ingreso per capita en países como China ha aumentado y esto hace que a lo hora de comprar un vino elijan los de mayor calidad.
Algo a destacar es que a pesar de esta disminución a nivel mundial, en países no productores el consumo había aumentado mientras que aquellos que ofrecen vinos había disminuido. Uno de los puntos en el que hizo hincapié fue que Argentina debe aprovechar las tendencias que se están dando a nivel mundial. Una de las cosas es acaparar la atención de los nuevos consumidores, estos se encuentran en un rango de 30 a 40 años. Estos nuevos bebedores de vino son los más curiosos, a los que les gusta probar cosas nuevas, así como probar variedad y diversidad. Por lo que en este caso Argentina tiene todas las de ganar, ya que cuenta no sólo con diversidad de variedades, sino también de zonas y lo más importante es que tiene una historia de 200 años que hay que remarcar. Otro de los cambios que se ha dado fue la asociación del vino con lo gourmet. Esto ha hecho que se vea a esta bebida como una forma de placer. Todo esto hace que las costumbres que se tenían hace treinta años atrás cambien, y de la misma manera el consumo también. El presidente de Bodegas de Argentina hizo referencia a las perspectivas a futuro que tiene el mercado y dijo que los mayores competidores que tiene Argentina hoy son los países del Nuevo Mundo. Esto que hemos visto nosotros, los del viejo mundo también lo han notado, porque ven cómo el consumo de sus vinos ha caído y no saben cómo captar a nuevos consumidores. Por lo que han adoptado técnicas de vinificación e incluso estrategias de marketing y packaging de países del nuevo mundo para entrar nuevamente al mercado. En cuanto a las debilidades de Argentina, Canay dijo que la falta de infraestructura, la falta de plantación de viñedos, y la falta de equipamiento en las bodegas son algunos de los temas centrales. Pero para que todo esto se de hay algo que es fundamental y es la falta de financiamiento que tiene el sector que hace que no pueda seguir creciendo. Transformaciones del viñedo Argentino Luego, el director de Área del Vino, Javier Merino, expuso sobre las transformaciones del viñedo Argentino. Durante la charla destacó que desde 1998 hasta 2006 la superficie mundial implantada creció un 2,1% y Argentina se encuentra dentro del grupo de países que más creció junto a China y Australia. Los cambios que se han ido dando en la transformación de los viñedos argentinos son la evolución de la superficie plantada de uvas tintas, que creció en los últimos 8 años de aproximadamente 48 mil hectáreas a casi 100 mil, un 105% más. Mientras que la situación de las blancas y las rosadas fue totalmente diferente. En el caso de las primeras disminuyó en el mismo periodo de tiempo a un promedio del 22%, aproximadamente de 65 mil hectáreas a 48 mil, y en las rosadas la caída fue del 30%, en el 98 el volumen de estas era de 90 mil hectáreas y en el 2006 fue de 64 mil. Entre las uvas tintas para vinificar el crecimiento ha sido del 105%. El varietal que más creció fue el Syrah, en un 382% entre 1996 y 2006 con un total de 9.825 de hectáreas plantadas. Luego, la segunda es el Cabernet Sauvignon que creció un 258%, unas 12.752 hectáreas más. Y la tercera en crecimiento fue Malbec, que tuvo una variación de un 136%, o sea unas 14.064 más.
Mientras que las blancas que disminuyeron un 22% la baja más significativa fue en el varietal Pedro Jiménez, con una caída del 29%. Pero hay dos variedades que la superficie no ha disminuido y es el caso del Chardonnay que creció un 117% y el Sauvignon Blanc un 152%. Las uvas que más se exportan son las que más crecen en superficie y las que mejores precios pagan, debido a que la expansión está directamente asociada a la facturación y tiene directa relación con la exportación. Es por eso que se reflejan esos números. El contexto externo y competitivo, principalmente se está dando en la transformación estructural del viñedo, el cambio entre uvas de calidad vs. uvas comunes y uvas tintas vs. otras uvas, nuevas regiones en altura y regiones distintas como San Juan y el aumento de rendimiento de nuevas plantaciones. Y esto que no sólo se da en Argentina se está produciendo en todo el mundo. A su vez, el Malbec ha liderado la transformación del mercado de uvas y se comienza a tener diferencias según región. En el caso de los precios de las variedades argentinas están muy alejados de Estados Unidos y Australia y por debajo aunque más cerca de Chile y Sudáfrica. Aunque tienden a confluir. Por otro lado remarcó sobre las oportunidades y amenazas en la producción de uvas. Dijo que en los próximos años se mantendrán la demanda de uvas de calidad y las altas inversiones en expansión de tierras, por lo que las bodegas deben invertir en plantación, y equipamiento para mantener la competitividad en el mercado internacional. Mientras que una de las amenazas será el contexto económico al que está sometida infinitamente argentina. La falta de inversión con alta tasa de inflación que castiga la inversión de largo plazo, las dificultades para obtener financiamiento de largo plazo y el crecimiento en los precios de las tierras en algunas regiones son alguno de los puntos. Para finalizar, Javier Merino dijo que los factores claves de éxito en la producción de uvas para vinificar son la capacidad financiera para aguantar años de bajos precios o condiciones climáticas adversas, la disponibilidad de variedades de alta demanda, flexibilidad en el manejo del viñedo, incorporación tecnológica permanente y buenas relaciones de largo plazo entre bodegas y productores de uvas.
Autor: Area del Vino, Editec SRL