El cultivo de los árboles, conviene a un país pastoril como el nuestro () La pampa es como nuestra república, tabla rasa. Es la tela en la que ha de bordarse una nación. Hay que escribir sobre ella árboles! planten árboles! – Domingo Faustino Sarmiento. La celebración del «Día del Árbol» fue una iniciativa del Dr. Estanislao Zeballos, tomada por el Consejo Nacional de Educación en 1900. Pero su instauración se debe a la insistencia y vocación ecológica del principal impulsor de la actividad forestal: Domingo Faustino Sarmiento, Presidente de la Nación de 1868 a 1874. El árbol en Mendoza es una riqueza patrimonial y el arbolado público es un símbolo de la identidad mendocina. En un desierto hace posible la vida. No sólo humidifica los vientos que bajan del piedemonte, disminuyendo la temperatura, sino que es el verdadero filtro natural que protege la vida y posee además un valor estético y paisajístico sin igual. Una sola hectárea de árboles es capaz de suministrar el oxígeno que requieren 6 personas, consumiendo el anhídrido carbónico que emite el transporte, la industria y todas las actividades humanas en las que se consumen combustibles fósiles. El millón de forestales del arbolado público metropolitano equivale a 3 mil hectáreas. Mendoza tuvo su primera plantación sistemática en la Alameda. En 1815 el general José de San Martín, entonces Gobernador, ordenó su extensión a siete cuadras. Después de ello la plantación de forestales se fue dando de manera irregular sin programación. Fue el Dr. Emilio Coni, destacado médico higienista, quien tras una epidemia de cólera entre 1886 y 1888 al detectar las deficiencias sanitarias de Mendoza sugirió la construcción de un amplio parque que sirviera de cinturón ecológico. El Parque General San Martín fue diseñado por el urbanista francés Carlos Thays. De esta forma se dio solución al problema ya que el parque proveyó de abundante oxígeno a través de sus corredores que conducían las corrientes de aire. Para proveer de árboles al resto de la ciudad a fin de que el flujo de aire tuviera su continuidad se implementó un plan de forestación integral urbano que incluyó a la ciudad y sus alrededores, que finalizó en 1923 y suministró a Mendoza el 80% del arbolado público hoy existente. Las especies plantadas en Mendoza son moreras, fresnos europeos, plátanos, olmos, paraísos y una amplia gama de variedades en donde destacan las tipas (Alameda, avenida Mitre) y los eucaliptus preferentemente en las plazas. Hoy en día dado el aumento de la población y de las emisiones de gases efecto invernadero hace imperioso que se aumente la superficie forestada de la provincia. Más árboles, más vida Mendoza ha encarado un ambicioso proyecto para forestar el territorio provincial que tiene por objetivo reinstaurar la cultura del árbol como signo de la identidad de todos los mendocinos, bajo la premisa Más árboles, más vida. Tal como lo anunciara el gobernador Francisco Pérez en su discurso del 1º de mayo, desde la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable se pretende implantar un millón de especies en cuatro años. En la primera etapa se convocó a municipios, entidades intermedias, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, asociaciones vecinales, clubes y demás asociaciones para que se sumen al proyecto para mejorar la calidad de vida de todos. La iniciativa irá acompañada de una fuerte campaña de concientización y educación sobre el cuidado del árbol, procurando su riego y custodia. En la primera instancia la provincia cuenta con 100 mil árboles de distintas especies como acacias, algarrobos, fresnos, catalpas, maitenes, aguaribayes y paraísos, entre otros producidos en viveros de distintas reparticiones provinciales, y está en marcha el plan de producción de los forestales restantes.