Según una nota publicada por Wine Business, muchas personas han renunciado a beber vino con alcohol por una u otra razón, ya sea para perder peso, por problemas de alcoholismo, por salud o motivos religiosos. La alternativa para perder ese mercado es el Vino sin alcohol.
Para aquellos amantes del vino, que por una u otra razón tuvieron que dejar de tomarlo por el nivel de alcohol que contiene, ahora ya no es un imposible consumirlo. El vino sin alcohol tiene algunas ventajas, una de ellas es que contiene muchas menos calorías, que es de alrededor de 15 a 25 calorías por copa a comparación de las 90 que contiene una copa de Chardonnay o Cabernet Sauvignon.
Del mismo modo, el consumo moderado de vino sin alcohol tiene beneficios para la salud, según dice Fergus Clydesdale, jefe del departamento de ciencias de la alimentación en la Universidad de Massachusetts, Amherst. Normalmente, el vino libre de alcohol se realiza mediante la extracción de alcohol a través de un proceso de filtrado o de vacío, dejando intacto el resto de los componentes. Por ley, los vinos deben contener menos de la mitad del 1 por ciento de alcohol. Aunque algunos de los beneficios para la salud han sido vinculados a los vinos con alcohol, aquellos a los cuales se les elimina el alcohol tienen un plus extra para el bienestar del consumidor, dice Joy DuBost, científico en alimentación y nutrición. A lo que agregó, «si bien, el consumo moderado de vino es bueno para el corazón y disminuye las enfermedades cardiovasculares, también producen efectos como la ingesta de calorías, triglicéridos, que es otro de lípidos en sangre, su presión arterial y, posiblemente riesgo de cáncer. Viñateros que producen vino sin alcohol Ariel Vineyards vendió el año pasado 1,2 millones de botellas de vino sin alcohol, según informó Craig Rosser, director de marketing y director de exportaciones de
Lohr Vineyards & Wines, Ariels parent company. Uno de los consumidores más fuerte que tiene este vino son las mujeres y sobre todo aquellas que están embarazadas, así como también los conductores designados y las personas que necesitan abstenerse por razones médicas o simplemente por que no les gusta el alcohol. De Ariel Vineyards comentaron que, «nuestros principales clientes son aquellos que no han desarrollado un gran amor por el vino con alcohol y han probado esta opción como una alternativa», dice Rosser.
Esta bodega ha obtenido premiaciones grandes premiaciones por sus excelentes vinos no tradicionales. Cuestiones de sabor Alguien que está acostumbrado y tiene la tradición de consumir un vino con alcohol es difícil que se adapte a vinos sin alcohol, ya que el sabor, no es el mismo, por supuesto.
Según algunos enólogos dicen que es bastante difícil encontrar un gran vino que sea Cabernet o Chardonnay sin alcohol. Es casi imposible, es como un reto realmente grande, ya que la redondez, el sabor y la dulzura cambia mucho. El vino sin alcohol puede, sin embargo, ser el mejor en el caso de los vinos espumantes, hasta poder llegar a superar en sabor. Los fabricantes, enólogos y viñateros recomiendan servir este estilo de vinos a la misma temperatura que el tradicional: refrigerados para los blancos, temperatura ambiente para los tintos.