Durante el mes de diciembre se realiza la quinta y última fecha del Circuito organizado por Alto Running. En esta oportunidad el Circuito Nocturno Villavicencio-Uspallata del que participan cerca de 100 atletas en un desafío que inicia el viernes por la noche y finaliza en las primeras horas del sábado.
Este trail running mendocino ofrece competir en 10K, 20K, 30K, 40K y 55K, con un recorrido por la histórica Ruta Provincial 52 que presenta piedras rebeldes, pozos traicioneros y algo de ripio, entre el emblemático Gran Hotel Villavicencio (1750 msnm), de la reserva homónima, y las instalaciones del Grupo de Artillería de Montaña (GAM) 8 de Uspallata (2030 msnm). El punto de partida es a los 1.700 msnm aproximadamente; a los 25,5K, en la famosa Cruz de Paramillos, el punto más alto del recorrido, se pasan los 2.900 msnm y en el punto de llegada se desciende a los 2.000 msnm. Como se ve, el circuito es muy demandante porque predomina el ascenso por sobre el descenso.
A su vez, a los obstáculos físicos y psicológicos que propone el recorrido se le antepone el éxtasis que provoca trotar de noche por una zona maravillosa plena de riqueza natural e histórica.
Es que no tiene precio correr o trotar por la precordillera con un cielo plenamente estrellado, bajo los efectos del aroma cautivante de su flora autóctona y de la sinfonía extasiante de sus sonidos nocturnos, por momentos sólo desafiando a la naturaleza.
Ni qué hablar de las sensaciones que provocan los misterios que encierran las siluetas de los numerosos sitios históricos que propone el camino de las “365 curvas”, tal como se la denomina a la Ruta Provincial 52. Entre ellos despiertan la curiosidad de hasta los más indiferentes la formación geológica “El Balcón”, la casilla de piedra del “Viejo Telégrafo”, la “Cruz de Paramillos”, el “Recordatorio de la Travesía del Ejército de Los Andes”, las ruinas de la “Mina de Paramillos”, el “Puesto Agua de la Zorra”, el “Recordatorio del Gaucho Cubillos” o el cerro Tunduqueral, que se pasa por el costado ya en el último tramo de la travesía, poco antes de llegar a Uspallata.
En conclusión, se trata de una travesía fascinante que constituye un entrenamiento de lujo para que los atletas prueben sus aptitudes para desafíos importantes como ultramaratones o maratones de montaña. Por lo tanto, pese a ser un evento participativo y no competitivo, los atletas deberán estar muy preparados y dispuestos a entregar todo para alcanzar la meta propuesta. Además es una prueba de autosuficiencia, es decir que cada uno debe llevar su equipamiento y alimentación necesarios para completar el desafío. Los organizadores sólo proveen la hidratación cada 10K y supervisan durante el recorrido que todo ande bien para atender cualquier imprevisto.
NOTA: Carrera del Vino (Abril), Circuito Dalvian (Mayo), Circuito del Oeste (Septiembre), Circuito Gimenez Riili (Noviembre) y Circuito Nocturno Villavicencio/Uspallata (Diciembre) son maratones que componen un mismo campeonato. Todos los atletas que participan en las carreras suman 1 (uno) punto al menos, por el sólo hecho de participar, independientemente de su clasificación. El ganador será seleccionado a partir de la suma de puntos que haya alcanzado por participar en al menos tres de estas maratones. Al final del campeonato, en el mes de diciembre, se premiará con Copas a los 10 primeros en la clasificación general de cada género y con dinero en efectivo a los 3 primeros clasificados en la general de cada género también.
Lugar: Las Heras