La Reserva Ñacuñán está localizada a 180 kilómetros al Sureste de la Ciudad de Mendoza, en el departamento de Santa Rosa. Protege unas 12600 hectáreas de bosque nativo de algarrobo y fue declarada reserva en 1961, quedando incorporada a la red mundial de reservas de la Biosfera (UNESCO) en 1986. Su nombre deriva de la lengua pehuenche Neyku-ñan nombre del último cacique de Malargüe, aliado de San Martín, que significa águila blanca, nombre con que la gente de campo refiere al aguilucho común.
La región que comprende a la reserva se sitúa en la Travesía (llanura) de Tunuyán dentro de la provincia fitogeográfica del Monte con muchos elementos chaqueños. Esta área protegida es visitada por un gran número de científicos que realizan investigaciones sobre la flora, la fauna, el clima, los suelos.
Por esta razón, se cuenta con una estación biológica y una estación metereológica que registra datos de lluvias, temperaturas y vientos permanentemente. Es interesante destacar que Ñacuñán fue la primer área protegida de la provinca de Mendoza, la que es actualmente administrada por el Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Aridas.
El objeto de creación de la reserva lo constituye el bosque de algarrobo que se halla en recuperación luego de una tala indiscriminada desde principios de siglo hasta 1937. Este árbol era utilizado para la extracción de leña y carbón que abastecía el ferrocarril y la ciudad. Luego se sumó la ganadería que constituyó otro impacto sobre el ecosistema.
El ecosistema de los bosques de algarrobo.
La vegetación crece sobre suelos arenosos y arcillosos lo que determina dos comunidades bien diferentes: los algarrobales y los jarillales respectivamente. La primera comunidad toma su nombre por la abundancia de algarrobo acompañado por chañares en el estrato arbóreo. El estrato arbustivo está dominado por jarilla, llaullines, verbena áspera, zampa, piquillín y atamisqui. El estrato herbáceo está compuesto en su mayoría por numerosas especies de pastos. Los jarillales propiamente dichos son más pobres en el número de especies aunque a veces poseen un pastizal muy denso de pasto de hoja.
La fauna es muy rica destacándose una gran diversidad de aves. La abundancia de algarrobos determina que exista un gran número de especies por cuanto provee refugios, sitios de nidificación y alimentación. Habitan el gallito copetón, la monterita de collar, el yal carbonero (especie endémica del Monte Central), tres especies de pájaros carpinteros, picapalos, sietecuchillos, diuca, chingolos, calandritas, canasteros. Entre los mamíferos, los más abundantes son los cuises, piches y los ratones de campo. Otros herbívoros son las vizcacha, la mara y el tuco-tuco. Se encuentran zorros grises, hurones, zorrinos, gatos monteses y del pajonal.
Características de llanura de la Travesía.
La Travesía, es una enorme llanura de acumulación de sedimentos, ocupa el centro-norte y este de la provincia. Conforma una gran cuenca sedimentaria limitada por fallas. En la actualidad se presenta como una suave y extendida llanura con suave pendiente regional, de oeste a este, hacia el curso del río Desaguadero, en el límite con la provincia de San Luis. Su relieve llano, homogéneo está modelado principalmente por el viento, donde los depósitos eólicos de edad Holocena (últimos 10000 años) tienden a extenderse sobre la superficie como una consecuencia tanto de la aridez, como de la acción antrópica.
Amplios sectores de la llanura están ocupados por campos medanosos algunos de hasta 20 metros de altura, desprovistos de vegetación, con una gran movilidad, y otros estabilizados (la mayor parte) donde se conserva el monte virgen de la región.
Entre los cordones medanosos se presentan pampas o playas con salitre, conocidas con el nombre de “ramblones”, cuencas cerradas por la acción erosiva del viento, desprovistas de vegetación debido a la asfixia radicular producida por el agua que se acumula esporádicamente en estas depresiones y por la elevada concentración salina.
Las características de los suelos dependen en gran medida de los tipos de sedimentos: arenosos en los médanos, limosos y limoarenosos en las planicies y limosoarcillosos en los sectores más bajos y ciénagas.