FLORA
Flora del desierto lavallino: Lavalle está incluido dentro de la provincia fitogeográfica del Monte. Las zonas desérticas permiten el desarrollo de especies tales como el algarrobo dulce (Prosopis flexuosa), la jarilla (Larrea divaricata) y la zampa (Atriplex lampa). El sauce criollo (Salix humboltiana) forma comunidades aisladas, al igual que el tamarindo (Damaris gallica) y el chañar (Geoffrea decorticans).
En los terrenos salinos predomina la vegetación halófila, un recurso utilizado para la ganadería caprina y la apicultura ecológica.
Flora de las lagunas: La humedad de pantanos y lagunas favorece el desarrollo de cañaverales y totorales, bastante reducidos en la actualidad. También aparecen árboles como el algarrobo dulce y el chañar; arbustos tales como la jarilla, chilca, el alpataco (Prosopis alpataco) y zampa. Cobran especial importancia el junco (Scyprus californicus), la totora (Typha dominguensis) y el junquillo (Sporobolus rigens), muy utilizado en cestería.
FAUNA
La fauna silvestre de Lavalle incluye animales adaptados a la aridez, entre ellos mamíferos desdentados como los armadillos (quirquincho, peludo, pichi y pichiciego) y félidos (gato montés, gato del pajonal, yaguarundí y puma); sin contar variadas especies de aves. En las lagunas viven especies de peces y aves acuáticas (patos, flamencos, etc).
HIDROGRAFÍA
Dada la gran utilización de las aguas de los ríos Mendoza y San Juan en sus cursos medio y superior, el complejo de las lagunas del Rosario y Huanacache ha perdido la alimentación que tenía antaño. A su vez, las aguas de las lagunas eran vertidas en el río Desaguadero.
A lo largo del siglo XIX el volumen de las aguas del complejo lacustre se redujo drásticamente, así como también su importancia para la economía de la región. En la actualidad, la importancia de este aparato hidrográfico es meramente política, ya que funciona como límite administrativo entre Mendoza y San Luis.