La firma se reunió en estos días con el gobernador de Mendoza, Celso Jaque, para solicitar gestiones que garanticen la provisión de energía. Si se logra, la empresa ampliaría la capacidad de producción a 680 millones de botellas al año, destinada a la industria vitivinícola.
El mercado del vidrio destinado al embotellamiento de vinos se está convirtiendo en un espacio dinámico donde más de un jugador quiere participar. Dado el sostenido crecimiento de la industria, aparecieron esta semana dos noticias ligadas a inversiones en cristal. Una está relacionada con un grupo norteamericano. La otra se conoció esta semana. Precisamente después de la reunión que mantuvieron con el gobernador de Mendoza, Celso Jaque, los directivos de la firma Saint Gobain, propietaria de la cristalería Rayen Cura. El poderoso grupo francés, al cual pertenece Rayen Cura, es líder en el mundo con plantas fabriles en Francia, en España, en Italia, en California, Argentina, Brasil y Chile. El gerente, Walter Formica, adelantó a Día a Día del Vino que la empresa tiene previsto invertir 50 millones de euros para el 2009 en un nuevo horno de producción, que incrementará su capacidad en un 70%. Actualmente la planta fabrica alrededor de los 300 o 400 millones de botellas al año. Es decir que con el nuevo horno se llegaría a una producción de 680 millones de botellas. Más que suficiente para suplir el actual déficit de provisión del que se queja la industria del vino. Reuniones en despachos oficiales No obstante hay un problema que sortear. La inversión dependerá de que consigamos la energía adicional que necesitamos para esta planta, a un precio competitivo, especificó Formica. Esta semana los directivos de la empresa estuvieron reunidos con el Gobernador Jaque. El se comprometió a realizar las gestiones que se necesiten a fin de que podamos cristalizar esta inversión, puntualizó el directivo de Rayen Cura. La decisión, según dijo, tiene un largo tiempo en maceración. Lo puntualizó el gerente para despejar dudas de que podría ser un cuarto jugador en el negocio del vidrio quien impulse esta decisión. Nuestros clientes lo saben, hace años que venimos hablando de este nuevo horno, pero no podíamos concretar la inversión porque no teníamos la garantía de que teníamos la energía. Si bien la última palabra aún no está dicha, los directivos de la firma confían en que el Gobierno de la Provincia obtenga los resultados esperados. Exportaciones en ascenso Estamos convencidos de que la exportación continuará creciendo a buen ritmo, y a tasas más bajas el consumo de vino en el mercado local, afirmó Formica a la vez que enfatizó que la inversión está pensada sólo para el mercado local, sobre todo por una cuestión de costos. Vender a Chile o a otros países dependerá de los valores del flete. La botella tiene un valor unitario bajo y una gran incidencia de flete (un flete a Chile vale 1.000 dólares y una botella 0,70) Si llevamos 30.000 botellas estamos pagando 0,10 por botella. En flete solo hay un 20% del precio, por eso hoy no es conveniente, explicó. En cuanto a los beneficios de una inversión de estas características, Rayen Cura puso de relieve la generación de empleo. Una planta de estas características tendría un incremento de personal del 20%, generando unos 70 puestos de trabajo adicionales. Más todo el movimiento que esto genera en la provincia, debido a que la mayor parte de nuestros proveedores son mendocinos. Cuando construimos el horno número 2 trabajaron en total más de 1.000 personas. Sin contar todo el movimiento que esto genera en terceros proveedores. La empresa Desde que el Grupo Saint Gobain compró Rayen Cura en 1998 se realizó una inversión de 120 millones de dólares. El lugar de la empresa en comparación con su principal competidor (Catorini), representa el 20% del mercado. Esto desestima, según Formica, las versiones de que el vidrio en Argentina está manejado por monopolios. No hay ningún tipo de monopolio, hay tres empresas en el medio. La calidad de Rayen Cura es muy buena y eso es tal vez lo que la diferencia, subrayó.