El cultivo de la vid en Francia es la consecuencia de la romanización de la Galia. Julio Cesar, para la tradición gala, más que un gran militar estaba considerado como el padre de las viñas. Porque en sus memorias, Julio Cesar señala que a medida que iba penetrando en el territorio francés, en su lucha contra los galos, observó que en aquellas tribus donde el medio de vida era la agricultura, los propietarios abandonan los predios. Sin embargo, quienes tenían viñas las defendían con uñas y dientes.
Así, entonces, consideró que había que fomentar el cultivo de la vid para arraigar la población y para que defendieran los lugares conquistados.
Esa tradición de los vinos de Francia se trasladó a España y luego pasó a América. Especialmente porque en España el vino era muy apetecido y porque era tomado inclusive como moneda de cambio. Se llegó a decir, inclusive que en su momento Andalucía era un verdadero mar de vino. Y como desde los puertos de Andalucía partieron las carabelas hacía América, trasladaban con ellos las especies vegetales más importantes, entre las que se encontraban el olivo, la higuera y la vid. A esos aspectos deben agregarse que los marinos fueron acompañados por sacerdotes que requerían el vino para la liturgia de la misa.
Según se afirma, en un principio se trasladaron estacas de vid que se secaban ó brotaban en el mismo viaje, por lo que era muy difícil trasladarlas al Nuevo Continente. Las primeras plantaciones se realizaron en la Isla de Santo Domingo, pero el hábitat fue totalmente adverso, por lo que los cultivos no dieron resultados.
Por ese motivo se piensa que el origen de la vid en las regiones más sureñas surge de la llegada a la zona de los soldados españoles que trasladaban pasas de uva, las que constituían para ellos un alimento energético de valor extraordinario y, paralelamente, eran muy livianas y ocupaban poco espacio.
Se estima que los primeros viñedos surgieron de semillas, aunque éstas no reproducen nunca al progenitor, en razón de que se inicia un proceso degenerativo. Por ello también se afirma que aquellas viñas americanas tenían características hasta entonces desconocidas y que serían el origen de las vides criollas.