• Solar Histórico y Museo Histórico Regional de Las Bóvedas
Declarado sitio Histórico Nacional en1941, es una reconstrucción de la casa en la cual el General San Martín hubiera querido terminar sus días, como vecino del departamento; la casa original fue destruida por el apso del tiempo y los sismos. El nombre del museo se debe a sus dos bóvedas blancas construidas en madera, barro y cañas; la construcción actual data de 1905 y exhibe objetos y máquinas agrícolas del siglo XIX y principios del XX, además de añoradas pertenencias del Libertador y artefactos de la guerra contra el Paraguay y la Campaña del Desierto, folclóricos, arqueológicos y religiosos.
Ubicación: Av. Pirovano y Godoy Cruz. Tel: (02623) 428-987.
• Capilla “Oratorio de Alto Salvador” y Museo Aragón
Fundada a mediados del siglo XIX por el Sacerdote Franciscano Fray Antonio Aragón, en la antigua posta de carretas y mulas denominada “El alto de la Esperanza”.
El conjunto arquitectónico está formado por una Capilla cerrada (Oratorio), una Capilla abierta, cuya galería posee un púlpito de madera, desde donde el sacerdote daba su sermón a los fieles; una vivienda anexa y una campanario – mangrullo. El complejo expresa una acertada inserción en el paisaje agrícola circundante.
Cuenta con un mirador o campanario construido en 1845 con madera de esa época, que se utilizaba para mirar desde lo alto a una gran distancia el paso de las carretas. La finca es propiedad de la familia Arnal, y se ubica en el distrito de Alto Salvador, a 7 Km. de la Ciudad de San Martín, en dirección norte por Costa Canal Montecaseros (R.P. N° 43), doblando por Cereceto hasta Calle Oratorio. La Capilla se ubica en calle Oratorio a 700 Mts. De Cereceto.
Fue declarado Monumento Histórico Nacional.
• Capilla de Buen Orden
Ubicada cercana a la Ciudad cabecera, en el Distrito de «Buen Orden”.
Allí una Capilla guarda el encanto y la dulzura del siglo pasado, se encuentra en el Carril Buen Orden y Carril Norte, al noroeste de la Ciudad.
La Capilla se levanta ahora como testimonio de nuestro pasado en la serenidad del paisaje mendocino posee forma longitudinal con un largo aproximado de treinta y dos metros, incluido un amplio atrio de ocho metros al que se accede por escaleras centrales. Presenta una fachada de reminiscencias coloniales.
Si bien no se conoce la fecha exacta en que se terminaron las obras, se supone que se concluyó en la década del ochenta del siglo pasado.